Aunque es una competición abierta a todo tipo de amantes al deporte, especialmente nadadores, la organización advierte que la travesía en distancia larga es dura, y existen los riesgos inherentes que la natación en aguas abiertas conlleva (viento, corriente y oleaje) por lo que debe ser practicada por personas con una demostrada preparación y un correcto estado de salud, recomendando abstenerse a aquellos nadadores que no estén en condiciones óptimas para su realización. Existe la distancia media de 3.000 metros y otra corta de 2.000 metros más asequible a nadadores menos expertos.